Best 6 quotes of Jordi Sierra I Fabra on MyQuotes

Jordi Sierra I Fabra

  • By Anonym
    Jordi Sierra I Fabra

    Aquel gentío, aquellos gritos, 《¡Franco! ¡Franco! ¡Franco!》, aquellas banderas españolas... Nadie trabajaba esa tarde. Las empresas habían dado permiso a sus empleados para ir a recibir al 《salvador》de la patria. Y la gente, como una alfombra extendida sobre las calles, lo llenaba todo, hasta el último rincón. ¿La misma gente que había luchado por la República? ¿La misma cuyos padres, maridos o hijos habían caído en el frente? ¿La misma que soportó los atroces bombardeos que buscaban crear el máximo miedo en la población civil? ¿La misma que pasó hambre y frío? Aquella mañana del 26 de enero de 1939, viendo a las tropas victoriosas entrando por la Diagonal, se preguntó de dónde sacaban los supervivientes las banderas, y si el entusiasmo y la alegría eran reales o un simple alivio por el fin de la guerra. Habían pasado poco más de diez años y todo seguía igual o... Banderas, saludos fascistas, gritos de adhesión al vencedor. ¿Tan rápido el olvido? ¿Tanta necesidad de paz a cualquier precio? ¿Tanto miedo que masticar y tragar con tal de seguir adelante? ¿Y los más de cien mil cadáveres enterrados en cunetas y montañas, fosas comunes y cementerios, a la espera de un tiempo mejor en el que volver a merecer un respeto y recuperar su dignidad, mientras el régimen seguía fusilando y aumentando la cuenta? El dictador volvía por tercera vez a Barcelona y allí estaba la ciudad rendida a sus pies. Tal vez los que permanecían en sus casas fueran más numerosos, mucho más, pero ellos callaban. También lo hacían algunos de los presentes, obligados a presenciar toda aquella parafernalia porque si no podían ser represaliados por sus empresas, que en caso de estar lejos habían puesto autocares para la movilidad de sus empleados. Era un día sin excusas. Hasta los enfermos debían curarse milagrosamente.

  • By Anonym
    Jordi Sierra I Fabra

    Era tan guapa que dolía. Una muñeca todavía perfecta, al borde de la rotura que la vida y la miseria le impondrían.

  • By Anonym
    Jordi Sierra I Fabra

    España daba vueltas en círculos desde los días de los Reyes Católicos: guerras, dictaduras, reyes engendrando hijos idiotas con primas, tías y medio hermanas, la Iglesia, el perpetuo anclaje en el pasado, los militares, más guerras, más curas, más incultura...

  • By Anonym
    Jordi Sierra I Fabra

    Miquel soltó una bocanada de aire. Cuando era inspector solía decir que nadie es bueno ni malo, que todo depende de las circunstancias.Y decía que cada ser humano tenía luces y sombras.

  • By Anonym
    Jordi Sierra I Fabra

    ¿Salvar a una niña no era como salvar el mundo?

  • By Anonym
    Jordi Sierra I Fabra

    Y no olvide lo peor: que este país es la hostia, y nosotros, usted,yo, tendremos que espabilarnos igual. El enemigo del pueblo es siempre el poder.