Best 11 quotes in «cervantes quotes» category

  • By Anonym

    Il n’est pire exil que celui du coeur

    • cervantes quotes
  • By Anonym

    No hay memoria a quien el tiempo no acabe, ni dolor que muerte no le consuma.

  • By Anonym

    -Señor- respondió Sancho-, que el retirar no es huir, ni el esperar es cordura, cuando el peligro sobrepuja a la esperanza, y de sabios es guardarse hoy para mañana, y no aventurarse todo en un día.

  • By Anonym

    Marcela: Hízome el cielo, según vosotros decís, hermosa, y de tal manera, que, sin ser poderosos a otra cosa, a que me améis os mueve mi hermosura, y por el amor que me mostráis, decís, y aun queréis, que esté yo obligada a amaros. Yo conozco, con el natural entendimiento que Dios me ha dado, que todo lo hermosos es amable; mas no alcanzo que, por razón de ser amado, esté obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama.

  • By Anonym

    Siempre deja la ventura una puerta abierta en las desdichas, para dar remedio a ellas.

  • By Anonym

    Sometimes when a father has an ugly, loutish son, the love he bears him so blindfolds his eyes that he does not see his defects, or, rather, takes them for gifts and charms of mind and body, and talks of them to his friends as wit and grace. I, however—for though I pass for the father, I am but the stepfather to "Don Quixote"—have no desire to go with the current of custom, or to implore thee, dearest reader, almost with tears in my eyes, as others do, to pardon or excuse the defects thou wilt perceive in this child of mine. Thou art neither its kinsman nor its friend, thy soul is thine own and thy will as free as any man's, whate'er he be, thou art in thine own house and master of it as much as the king of his taxes and thou knowest the common saying, "Under my cloak I kill the king;" all which exempts and frees thee from every consideration and obligation, and thou canst say what thou wilt of the story without fear of being abused for any ill or rewarded for any good thou mayest say of it.

  • By Anonym

    —¡Válame Dios —dijo el cura, dando una gran voz—, que aquí esté Tirante el Blanco! Dádmele acá, compadre, que hago cuenta que he hallado en él un tesoro de contento y una mina de pasatiempos. Aquí está don Quirieleisón de Montalbán, valeroso caballero, y su hermano Tomás de Montalbán, y el caballero Fonseca, con la batalla que el valiente de Tirante hizo con el alano, y las agudezas de la doncella Placerdemivida, con los amores y embustes de la viuda Reposada, y la señora Emperatriz, enamorada de Hipólito, su escudero. Dígoos verdad, señor compadre, que por su estilo es este el mejor libro del mundo: aquí comen los caballeros, y duermen y mueren en sus camas, y hacen testamento antes de su muerte, con estas cosas de que todos los demás libros deste género carecen. Con todo eso, os digo que merecía el que le compuso, pues no hizo tantas necedades de industria, que le echaran a galeras por todos los días de su vida. Llevadle a casa y leedle, y veréis que es verdad cuanto dél os he dicho.

  • By Anonym

    Un secret est d’autant plus lourd à porter qu’il engage votre amour.

  • By Anonym

    Cada uno es tal como Dios le hizo, y aún peor muchas veces".

  • By Anonym

    Every novel says to the reader: “Things are not as simple as you think.” That is the novel’s eternal truth, but it grows steadily harder to hear amid the din of easy, quick answers that come faster than the question and block it off. In the spirit of our time, it’s either Anna or Karenin who is right, and the ancient wisdom of Cervantes, telling us about the difficulty of knowing and the elusiveness of truth, seems cumbersome and useless.

  • By Anonym

    En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, conmuían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de los mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino.