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By AnonymVictoria Vilchez
Ahora mi preocupación por la ruptura con Mike me parece banal y absurda, y haber compartido con Oliver mis miedos mientras él callaba todo por lo que debe haber pasado me hace sentir aún peor. De repente, comprendo lo relativo que puede ser nuestro dolor cuando dejamos de mirarnos el ombligo y lo comparamos con el de otra persona
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By AnonymVictoria Vilchez
Alex es como un arma de destrucción masiva, pero con encanto.
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By AnonymVictoria Vilchez
Alex es tan adicto a la tinta como en su día lo fue a mis besos. Lástima que yo no fuera para todo la vida.
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By AnonymVictoria Vilchez
Al margen del paréntesis en el pulso constante que manteníamos desde que nos habíamos conocido, yo creía seguir teniendo claro lo que me convenía. Hubiera firmado en ese mismo instante por una aventura de una noche con algún tipo guapo y amable, algo que devolviera mi corazón a la vida, que me mostrara que los para siempre no existen pero los aquí y ahora no están tan mal. Porque seguir esperando el amor perfecto me resultaba pueril y ya había descubierto que la ingenuidad solo se traduce en dolor y heridas que nunca terminan de cicatrizar.
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By AnonymVictoria Vilchez
Ari era el único lugar en el que quería estar. Ella era mi hogar.
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By AnonymVictoria Vilchez
Aun en aquel estado, en la frontera entre sus dos mundos, Casandra supo que estaba sonriendo. Así que cuando una de aquellas diminutas estrellas se adelantó en su dirección, dejó que su alma la envolviera. Otra ráfaga de imágenes surgió de ella: Casandra acercándose a él en el servicio del instituto con una mirada entristecida pero resuelta, levantando la mano para acariciar su rostro, el temor a que lo tocara, el primer roce… y el amor surgiendo de su interior, empujándolo hacia ella, desterrando las dudas y destruyendo el muro infranqueable que él mismo había levantado en torno a su corazón y su alma.
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By AnonymVictoria Vilchez
Aunque negaré haber dicho esta cursilada, Ari es y será siempre tu mejor momento.
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By AnonymVictoria Vilchez
Continuaron amándose en silencio, perdidos entre las cuatro paredes de aquella habitación, los rayos del sol colándose por una ventana que nunca más sería solo una ventana. Con un gatito intentando subirse a la cama que nunca más sería solo una mascota, sino parte de ellos y de su historia. Con la ropa olvidada en un rincón en el suelo y las emociones desperdigadas sobre el colchón. Con la intensidad de los que creen que un segundo puede durar para siempre.
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By AnonymVictoria Vilchez
Debería haber sabido que no se puede huir de lo que eres, y que si quieres que las cosas sean distintas tienes que empezar por cambiar tu forma de verlas y enfrentarte a ellas.
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By AnonymVictoria Vilchez
«Deja de pensar en cosas duras», me reprendí. Mantuve la vista alta, solo para evitar tentaciones.
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By AnonymVictoria Vilchez
Dicen que no puedes enamorarte de las alas de alguien y luego pretender cortárselas.
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By AnonymVictoria Vilchez
En ocasiones, la vida pone en nuestro camino a personas que, por un motivo u otro, no necesitan más que unas pocas horas para ganarse un lugar en nuestro corazón. A veces, basta una mirada cómplice, una caricia en el dorso de la mano o un beso robado para conectar con alguien. Y de repente, y aunque suene a tópico, es como si os conocierais desde siempre.
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By AnonymVictoria Vilchez
Eres la única marca que no borraré jamás de mi piel.
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By AnonymVictoria Vilchez
Espero que recuerdes eso cuando lo hayas perdido todo, cuando no te quede nada y lo único a lo que puedas aspirar sea a que el tiempo amortigüe el dolor de tu desesperanza, para darte cuenta de que eso ni siquiera es posible porque te han robado incluso lo que nunca has llegado a conocer.
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By AnonymVictoria Vilchez
Hay amores que duran toda una vida y otros que apenas llegan a unos pocos meses, pero ambos pueden ser verdaderos. La realidad es que sentimos lo que sentimos, independientemente del tiempo que hace que conocemos a esa persona -prosigue, y creo que me he perdido-. Existe gente que se quiere hasta el día de su muerte y, sin embargo, no pasa toda la vida junta.
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By AnonymVictoria Vilchez
Me besaba como si el ahora fuera todo cuanto importaba pero también como si deseara hacerlo para siempre.
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By AnonymVictoria Vilchez
Me pregunté si no habría personas destinadas a encontrarse fuera cuáles fueran las decisiones que tomasen, si esa leyenda que hablaba de un hilo rojo que conecta a dos almas gemelas no sería verdad.
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By AnonymVictoria Vilchez
-No deberías beber tanto, imagina la decepción de tu amiguita si luego... ya sabes... -Tranquila, soy perfectamente capaz de cumplir. -No me lo jures. -¿Qué? -Que es fantástico, Lucas. Te felicito por ser tan eficiente. -Bebe-me indicó, más como una orden que como una sugerencia. Cambió su vaso vacío por uno lleno y se lo volvió a tragar de golpe-. Te veo tensa. -No soy yo el que se está bebiendo hasta el agua de los floreros.
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By AnonymVictoria Vilchez
—No esperes que te diga que no te convengo o que te suelte un elaborado discurso sobre lo mal que acabará todo esto y las razones por las que no deberíamos estar besándonos —me dice sin rastro de burla en la voz—. No hay nobleza en mí y tampoco tengo alma de mártir.
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By AnonymVictoria Vilchez
Puso cara de cachorrillo abandonado y de forma instintiva me dieron ganas de abrazarle. Resistirme a él era cada vez más difícil. Leo emanaba la clase de magnetismo que es imposible ignorar. Ese que gira cabezas a su paso y atrae miradas allí por donde pasa. Y yo, desde luego, no era inmune a él.
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By AnonymVictoria Vilchez
—Que no voy a dejarte ir, que no pienso olvidarme de ti o castigarte con una fingida indiferencia —confiesa con tanta vehemencia y rabia que es como si las palabras le desgarraran la garganta al salir—. Que si te vas, te perseguiré. Da igual la distancia que te atrevas a interponer entre nosotros o las barreras que creas que puedes levan- tar para escapar de mí. Si alguna vez he sentido algo por alguien, si alguna vez una persona ha conseguido escarbar en mi corazón maldito, esa has sido tú, Siah. Nadie más que tú.
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By AnonymVictoria Vilchez
¿Sabes? Solo tienes una vida, y es demasiado corta para que esperes a ser feliz mañana, porque mañana puede que tampoco lo seas, ni pasado mañana... Y pasarás los días anhelando convertirte en otra persona, porque ya ni siquiera recordarás quién eres.
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By AnonymVictoria Vilchez
Se me quiebra la voz aunque hay un millón de cosas que quiero decirle, así que me pongo de puntillas y lo beso, esperando lograr con esa caricia lo que me es imposible contarle de cualquier otra forma. Oliver me devuelve el beso con voracidad, tan hambriento como yo. Mordisquea mis labios y su lengua se hunde en mi boca con desesperación. Nos besamos con ansia, los prejuicios perdidos junto con una parte de nosotros mismos que nos dejamos en este instante único, en esta cocina; las emociones en los labios y en la piel, y el tiempo deteniéndose para nosotros solo una vez más.
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By AnonymVictoria Vilchez
Solo había una persona en la que pensaba cada noche, justo antes de quedarme dormida, y que me obligaba a olvidar por la mañana al despertar, aunque no hubiera sido consciente de ello hasta ese momento.
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By AnonymVictoria Vilchez
Soy Hugo, vengo aquí semana tras semana por dos motivos: me encanta el café que sirven y adoro observarte mientras te quemas la lengua con el chocolate.
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By AnonymVictoria Vilchez
Todo lo que puedo hacer es esperar, dejar pasar los días. El tiempo no lo cura todo, esa es una mentira que se repiten los que están desesperados por olvidar, pero sí consigue poner en espera los sentimientos y las emociones. Apartas los recuerdos y los recluyes en una zona de tu mente a la que, con suerte, solo accedes en esas noches en las que te cuesta conciliar el sueño. Al final, logras vivir y seguir adelante aunque sepas que hay una parte de ti que malvive como puede. Haces balance y llegas a la conclusión de que eres más o menos feliz, y procuras no mirar atrás.
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By AnonymVictoria Vilchez
—Vamos, B. Te llevo a casa. —¿Y los demás? ¿Lucía se ha ido sin mí? —¿Tienes miedo de volver a montar conmigo? —se burló él, y me dio la sensación de que había escogido las palabras de forma deliberada—. En moto, quiero decir. «No muerdas el anzuelo», me dije, consciente de que me estaba desafiando. —Creo que cogeré un taxi. Enarcó las cejas, divertido por mi indecisión, y se cruzó de brazos a la vez que esbozaba una sonrisa de suficiencia. —Prometo no ir demasiado deprisa para ti —aseguró, y de nuevo no supe dilucidar si solo hablaba de la velocidad suicida a la que conducía o estaba adquiriendo otro tipo de compromiso.
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By AnonymVictoria Vilchez
—Voy a alargar esto todo lo que pueda, Becca, y cuando hayamos acabado comenzaré de nuevo. Y así hasta que amanezca porque ya será mañana y no tendrás que preguntarme qué va a ocurrir con nosotros. Esta noche serán todos los días y todas las noches a partir de ahora.
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